Despertar es el potencial propio en todos los seres y la gnosis es la única llave para atravesar la puerta a la liberación que el Demiurgo y sus arcontes mantienen cerrada a través de los agregados activos y reactivos que esclavizan el Espíritu.

Un rasgo mordaz de la peculiar psiquis del hombre contemporáneo

G. I. GURDJIEFF

—Pero volvamos ahora a los seres tricerebrados que habitan el planeta Tierra, puesto que son ellos los que más te han interesado, mereciendo que los llamaras «zánganos».
Por lo pronto, me apresuraré a manifestarte cuan contento estoy de que te halles a una gran distancia de aquellos seres tricentrados a quienes osaste llamar con un nombre tan «injurioso para su dignidad», y también celebro que sea altamente improbable que lleguen a enterarse de ello alguna vez.
¿Sabes acaso, por ventura, tú, un niño apenas; tú, pequeño «nadie» todavía inconsciente de ti mismo, lo que ellos te habrían hecho, especialmente los seres contemporáneos, si hubieran oído lo que de ellos dijiste? ¿Lo que te hubieran hecho si hubieras estado con ellos y hubieran podido capturarte? El mero hecho de pensarlo me llena de horror.
En el mejor de los casos te habrían dado tal zurra, que, como dice nuestro Mullah Nassr Eddin, «no hubieras recobrado tus sentidos antes de la primera cosecha de abedules».
En todo caso, te aconsejo que en cualquier ocasión que emprendas algo nuevo bendigas siempre al Destino y le ruegues que se muestre misericordioso contigo y que siempre te proteja, impidiendo que los seres del planeta Tierra lleguen a sospechar nunca que tú, mi bienamado y único nieto, osaste llamarlos «zánganos».
Sabrás que durante el tiempo en que tuvieron lugar mis observaciones desde el planeta Marte, así como en los períodos en que viví entre ellos, tuve ocasión de estudiar la psiquis de estos extraños seres tricerebrados en forma sumamente completa, de modo que sé perfectamente lo que ellos harían con cualquiera que se atreviese a ponerles tal mote.
Claro está que sólo fue por ingenuidad infantil por lo que los llamaste así; pero los seres tricerebrados que habitan aquel planeta peculiar, especialmente los contemporáneos, no discriminan esas pequeñas sutilezas.
Quién los injurió, por qué, y en qué circunstancias es todo lo mismo para ellos. Se les ha dado un nombre que ellos consideran injurioso y eso basta.
La discriminación en tales asuntos equivale simplemente, de acuerdo con lo que la gran mayoría de ellos entiende (para expresarlo con sus propias palabras), a «perder el tiempo».
Sea como fuere, en todo caso te apresuraste un poco, al darles tan ofensivo nombre a los seres tricerebrados que habitan el planeta Tierra; en primer lugar, porque me has hecho temer por ti, y en segundo lugar, porque te has granjeado una permanente amenaza para el futuro.
La cuestión es ésta: pese a que, como ya dije, te encuentras a gran distancia de ellos y, por lo tanto, no pueden apoderarse de ti para castigarte personalmente, bien podría suceder que de  alguna forma imprevista llegaran a saber, incluso de vigésima mano, que los habías insultado y entonces sí podrías estar seguro de un verdadero «anatema» de su parte, y la magnitud de este anatema habría de depender, sin duda, de los intereses que acertasen a ocuparlos en ese momento dado.
Quizá valga la pena que trate de enseñarte cómo se hubieran comportado los del planeta Tierra si hubieran sabido el insulto de que los habías hecho objeto. Esta descripción será un excelente ejemplo para ayudarte a comprender el extraño carácter del psiquismo de estos seres tricerebrados que han despertado tu interés.
Irritados por el incidente, es decir, por la impensada injuria de que los habías hecho víctimas y si ningún interés igualmente absurdo los hubiera preocupado en esos momentos, seguramente habrían decidido efectuar, en un lugar elegido de antemano, con individuos invitados de antemano, todos ellos vestidos, por supuesto, con trajes especialmente diseñados para tales ocasiones, lo que se llama un «consejo solemne».
En primer lugar, hubieran elegido para este «consejo solemne», un individuo de entre ellos, llamado «presidente», encargado de dirigir el «juicio».
Para empezar, te hubieran «despedazado», como dicen allí, y no solamente a ti sino también a tu padre, a tu abuelo y al resto de tus ascendientes, sin parar hasta Adán.
Si ellos hubieran decidido entonces —como siempre, por supuesto, por una mayoría de votos— que eras culpable, te habrían sancionado con arreglo a las disposiciones contenidas en un Código de leyes, basadas en «pantomimas» anteriores semejantes, realizadas por seres llamados «viejos fósiles».
Pero si llegara a suceder que, por mayoría de votos, no encontraran nada delictivo en tu actitud —aunque esto sólo raramente ocurre entre ellos— entonces todo este «juicio»
terrestre, asentado detalladamente por escrito y firmado por la totalidad del consejo, sería despachado... ¿Quizás creas que al cesto de los papeles? ¡Pues no!; lejos de ello, sería enviado inmediatamente a los peritos pertinentes; en este caso, a lo que se llama un «Santo Sínodo» donde habría de repetirse el mismo procedimiento, sólo que ahora serías juzgado por individuos «importantes» del planeta.
Al fin de este verdadero «perder el tiempo» habrían de llegar al punto principal, es decir, que el acusado está fuera de su alcance.
Pero es precisamente en este punto donde surgiría el principal peligro para tu persona; pues cuando ellos supieran con toda certeza que no pueden apoderarse de ti, habrían de decidir unánimemente ni más ni menos que, como ya te dije, «anatematizarte».
¿Y sabes tú lo que eso significa y cómo se lleva a cabo?
—¡No!
—Entonces escucha y tiembla.
Los individuos más «importantes» decretarían que todos los demás seres, en los establecimientos destinados a ese efecto, como por ejemplo las llamadas «iglesias», «capillas», «sinagogas», «municipios», etc., atendiesen las ceremonias realizadas por ciertos funcionarios especiales que habrían de desearte en el pensamiento algo por el estilo de esto:
Que perdieses tus cuernos, que tu pelo se tornase gris prematuramente, o que los alimentos contenidos en tu estómago se convirtieran en clavos de ataúd, o que la lengua de tu futura mujer triplicara su tamaño, o que, cuando quiera que acertases a tomar un bocado de tu pastel preferido, se convirtiese éste inmediatamente en «jabón», y así indefinidamente.
¿Comprendes ahora los peligros a que te exponías cuando llamaste «zánganos» a estos remotos engendros? Concluyendo así su discurso, Belcebú dedicó una cariñosa sonrisa a su nieto favorito.


capitulo 11 de RELATOS DE BELCEBU A SU NIETO

VISIÓN DE LA ESTUPA ENJOYADA

CAPITULO ONCE DE EL SUTRA DEL LOTO

En ese momento, ante el Buda se manifestó una Estupa hecha de las siete joyas. Tenía quinientas Yojanas de altura y doscientos cincuenta Yojanas de extensión. Brotó de la tierra y se situó en un espacio vacío, adornada con toda clase de objetos enjoyados. Tenía quinientos balaustres y miles de miríadas de nichos. Incontables pancartas y emblemas adornados también. Cuentas de joyas colgaban de ella y miríadas de millones de campanas enjoyadas estaban suspendidas de su tope. La esencia de Tamalapatracandana[24] salía de sus cuatro lados y llenaba el mundo entero. Todas sus pancartas y toldos estaban hechos de las siete joyas: oro, plata, lapislázuli, madre perla, rubí, perlas verdaderas y ágata, llegando hasta la punta del palacio de los cuatro reyes celestiales.
Del Cielo de los Treinta y Tres llovieron flores celestiales de Mandarvas, como ofrenda a la Estupa enjoyada. Todos los dioses, dragones, Yakshas, Gandharvas, Ashuras, Garudas, Kinnaras, Mahoragas, humanos, no-humanos y así sucesivamente, miles de miríadas de millones de ellos, hicieron ofrendas a la Estupa Enjoyada de toda clase de flores, incienso, cuentas, pancartas, doseles e instrumentos musicales, honrándola y alabándola reverentemente.
En ese momento, una voz alta salida de la Estupa habló en alabanza diciendo:
- Es definitivamente bueno, definitivamente bueno, Shakyamuni, Honrado por el Mundo, que seas capaz, a través de las cuatro grandes sabidurías indiferenciadas, de hablarle a la gran asamblea El Sutra de la Flor del Dharma Maravilloso, un Dharma para la enseñanza de los Bodhisattvas a los cuales los Budas protegen y cuidan. Así es, así es, Shakyamuni, Honrado por el Mundo, que todos ustedes dicen es verdadero y real.
Justo entonces las Cuatro Asambleas, viendo la gran Estupa enjoyada parada en el medio del aire y oyendo la voz de su interior, todos alcanzaron el goce del Dharma y el prodigio maravilloso e increíble de este incidente extraordinario. Ellos se levantaron de sus asientos, reverentemente unieron las palmas de sus manos y se retiraron hacia un lado.
Justo entonces un Bodhisattva Mahasattva con el nombre de Gran Delicia en el Hablar, conociendo las dudas en las mentes de los dioses, humanos, Asuras y otros de todos los mundos, le habló al Buda diciendo:
- Honrado por el Mundo, ¿a través de qué causas y condiciones ha surgido de la tierra esta Estupa enjoyada y ha producido este sonido penetrante?
Entonces el Buda le dijo al Bodhisattva Gran Delicia en el Hablar:
- Dentro de esta Estupa enjoyada está el cuerpo completo del Así Venido. Hace mucho tiempo, miles ilimitados de miríadas de millones de Asankheyas de mundos hacia el este, en una tierra llamada Pureza Enjoyada, había un Buda con el nombre de Muchas Joyas. Cuando este Buda estaba practicando el camino del Bodhisattva, él hizo un gran voto diciendo: “Después que devenga un Buda y pase a la extinción[25], en cualquiera de las tierras de las diez direcciones donde el Sutra del Dharma de la Flor se pronuncie, mi Estupa aparecerá allí, y yo podré oír el Sutra y certificarlo, alabándolo diciendo ‘¡Definitivamente bueno! ¡Definitivamente bueno!
- Después que el Buda había alcanzado el Camino, cuando yo estaba casi al entrar en la extinción, en la gran asamblea de dioses y humanos, él le habló a los Bhikshus diciendo:
- Después de mi extinción, aquellos que deseen hacer ofrendas a mi cuerpo completo deben construir una gran Estupa.
- A través del poder de sus penetraciones espirituales y sus votos, a través de los mundos en las diez direcciones lo que sea que cualquiera hable del Sutra del Dharma de la Flor, esa Estupa enjoyada de Buda conteniendo su cuerpo completo, surgirá de la tierra ante el que habla y expresa alabanzas diciendo: ‘¡Definitivamente bueno! ¡Definitivamente bueno!’
- ¡Gran Delicia en el Hablar! Porque él ha oído predicar el Sutra del Dharma de la Flor, la Estupa del Así Venido de Muchas Joyas ha brotado ahora de la tierra con esas palabras de alabanza:
‘¡Definitivamente bueno! ¡Definitivamente bueno!’
Justo entonces, el Bodhisattva Gran Delicia en el Hablar, a través del poder espiritual del Así Venido, le habló al Buda diciendo:
- Honrado por el Mundo, todos nosotros deseamos ver ese cuerpo de Buda.
El Buda le dijo al Bodhisattva Mahasattva Gran Delicia en el Hablar:
- El Buda Muchas Joyas ha hecho un voto profundo y solemne. Cuando mi Estupa enjoyada se manifiesta en la presencia de los Budas por haber oído el Sutra del Dharma de la Flor, si hay alguien desea que yo enseñe mi cuerpo a las Cuatro Asambleas, entonces el cuerpo separado de los Budas, de ese Buda que está hablando el Dharma en los mundos de las diez direcciones, deben todos regresar y unirse en un solo lugar. Después de eso, mi cuerpo aparecerá.
- Gran Delicia en el Hablar, mi cuerpo separado de los Budas presentes en los mundos de las diez direcciones hablando el Dharma debe ahora reunirse en uno.
Gran Delicia en el Hablar le dijo al Buda:
- Honrado por el Mundo, nosotros también deseamos ver los cuerpos separados de Honrado por el Mundo de manera que podamos reverenciarlos y hacerles ofrendas.
En ese momento el Buda emitió una luz característica o marca al igual que un filamento blanco en la cual se vieron los Budas de las tierras en la dirección este, iguales en número a los granos de arena en quinientas miríadas de millones de Nayutas de Ríos Ganges. Todas las tierras de Budas tenían el suelo de cristal, y estaban adornadas con árboles y atavíos enjoyados. Incontables miles de miríadas de millones de Bodhisattvas las llenaban. Ellos estaban cubiertos con sobrillas y mallas enjoyadas. Los Budas en esas tierras estaban hablando el Dharma con un sonido potente y maravilloso. También se veían ilimitados miles de miríadas de millones de Bodhisattvas llenando esas tierras y predicándoles el Dharma a las multitudes. Así también era en el sur, oeste, norte y las cuatro direcciones intermedias, como también arriba y abajo donde la marca de la luz característica del filamento blanco brillaba.
En ese momento todos los Budas de las diez direcciones se dirigieron a la congregación de Bodhisattvas diciendo:
- ¡Hombres Buenos! Nosotros ahora debemos ir al mundo Saha, al lugar del Buda Shakyamuni y hacerle ofrenda a la Estupa del Así Venido Muchas Joyas.
Justo entonces el mundo Saha se transformó en uno de pureza, con lapislázuli como suelo y adornado con árboles enjoyados. Sus ocho caminos estaban bordeados con tarjetas doradas. Allí no había pueblos, ni villas, ni ciudades, ni océanos, ni ríos, ni torrentes, ni montañas, ni arroyuelos, ni bosques o forestas. Se estaba quemando un incienso precioso y las flores de Mandaravas cubrían completamente el suelo. Por arriba se habían extendido redes enjoyadas y pancartas que colgaban con campanas engalanadas. Solo los de la asamblea permanecían, ya que los dioses y los humanos habían sido traslados a otra tierra.
Entonces todos los Budas, cada uno trajo con él un gran Bodhisattva como su asistente, alcanzaron el mundo de Saha y se dirigieron al pie de un árbol enjoyado. Cada árbol enjoyado tenía quinientas Yojanas en altura y estaba adornado con ramas, hojas, flores y frutos. Bajo cada árbol enjoyado había un trono de león de quinientas Yojanas en altura y adornado con grandes joyas. Entonces cada uno de los Budas se sentó en su propio trono en la postura de loto.
En esta forma, tomando turnos, las tierras de los tres mil grandes miles de mundos se llenaron, y todavía no había final para la división o separación de cuerpos del Buda Shakyamuni desde incluso una dirección.
Entonces el Buda Shakyamuni, deseando acomodar su cuerpo dividido de Budas, transformó en cada una de las ocho direcciones, doscientas miríadas de millones de Nayutas de tierras, purificándolas todas. Ellas no tenían infiernos, ni fantasmas hambrientos, ni animales o Asuras. Los dioses y humanos, todos se habían mudados a otras tierras. Las tierras que él transformó todas tenían lapislázuli por suelo y estaban adornadas con árboles enjoyados de quinientas Yojanas de altura, decorados con ramas, hojas, flores y frutos. Bajo cada árbol había un trono de león enjoyado, de cinco Yojanas de alto, decorado con gemas variadas. No había océanos, ni ríos o arroyuelos, ni montañas Mucilinda o Mahamucilinda, ni ruedas de hierro o grandes montañas de hierro, y tampoco Monte Sumerus u otra clase de montañas. Todas devinieron una tierra de Buda. La tierra enjoyada estaba nivelada y plana y estaba cubierta enteramente con toldos talonados con gemas y con pancartas colgantes. Un incienso exquisito se estaba quemando y flores celestiales preciosas cubrían todo el suelo.
El Buda Shakyamuni, para que los Budas que estaban llegando pudieran tener un lugar para sentarse, entonces en cada una de las ocho direcciones transformó doscientas miríadas de Nayutas de tierras, purificándolas todas. Ellas no tenían infiernos, ni fantasmas hambrientos, ni animales o Asuras. Los dioses y humanos, todos se habían mudados a otras tierras. Las tierras que él transformó todas tenían lapislázuli por suelo y estaban adornadas con árboles enjoyados de quinientas Yojanas de altura, decorados con ramas, hojas, flores y frutos. Bajo cada árbol había un trono de león enjoyado, de cinco Yojanas de alto, decorado con gemas variadas. No había océanos, ni ríos o arroyuelos, ni montañas Mucilinda o Mahamucilinda, ni ruedas de hierro o grandes montañas de hierro, y tampoco Monte Sumerus u otra clase de montañas. Todas devinieron una tierra de Buda. La tierra enjoyada estaba nivelada y plana y estaba cubierta enteramente con toldos talonados con gemas y con pancartas colgantes. Un incienso exquisito se estaba quemando y flores celestiales preciosas cubrían todo el suelo.
Entonces, los cuerpos divididos del Buda Shakyamuni desde la dirección este, Budas tan numerosos como los granos de arena en cien mil miríadas de millones de Nayutas de tierras, cada uno habló el Dharma a los congregados allí. De esa manera, tomando turnos, los Budas de todas las diez direcciones llegaron y se congregaron allí, tomando sus asientos en las ocho direcciones.
En ese momento, cada dirección estaba llena con Budas, Así Venidos, desde las cuatrocientas miríadas de millones de Nayutas de tierras en cada una de las cuatro direcciones.
Justo entonces, todos esos Budas, cada uno sentado sobre un trono de león bajo un árbol enjoyado, enviaron un asistente a preguntar por el Buda Shakyamuni, dándole a cada uno un saco lleno de flores y diciéndoles:
- ¡Hombres Buenos! Vayan al Monte Grdhrakuta[26], al lugar del Buda Shakyamuni y pregunten en nuestro nombre: “Están ustedes libres de enfermedad y sufrimiento? ¿Son fuertes y no tienen dificultad? ¿Son ustedes la congregación de Bodhisattvas y Oyentes Rectos en paz?” Entonces, esparzan estas flores preciosas ante el Buda como una ofrenda diciendo: “El Buda tal y tal desea que la Estupa enjoyada se abra”. Todos los Budas enviaron asistentes en esta manera.
Entonces, el Buda Shakyamuni, viendo que el cuerpo dividido de los Budas se habían congregados allí todos, cada uno sentado en un trono de león y oyendo que todos los Budas juntos deseaban que la Estupa enjoyada se abriera, se levantó inmediatamente de su asiento hacia un espacio vacío. Todos los congregados de las Cuatro Asambleas se levantaron, unieron las palmas de sus manos y con una sola mente contemplaron al Buda.
Entonces, el Buda Shakyamuni, usando su dedo índice de la mano derecha, abrió la puerta de la Estupa de las siete joyas, lo cual hizo un gran sonido, como si un gran pestillo del portón de una gran ciudad se hubiera removido Por consiguiente, la asamblea completa percibió al Así Venido Muchas Joyas sentado sobre el trono de león dentro de la Estupa enjoyada, su cuerpo completo e intacto como si estuviera en el Samadhi-Dhyana. También lo oyeron diciendo: ‘¡Definitivamente bueno! ¡Definitivamente bueno! ¡Buda Shakyamuni! ¡Predica rápidamente el Sutra del Dharma de la Flor! ¡He venido aquí a oír este Sutra!”
Las Cuatro Asambleas, al ver al Buda que había cruzado a la extinción ilimitada hace miles de miríadas de millones de eones, hablando en esa forma, alabaron eso como algo extraordinario, y esparcieron montones de flores celestiales preciosas sobre el Buda Muchas Joyas y el Buda Shakyamuni.
El Buda Muchas Joyas, en la Estupa enjoyada, le ofreció la mitad de su asiento al Buda Shakyamuni diciendo:
- Buda Shakyamuni, ¿tomaría este asiento?
Entonces el Buda Shakyamuni entró en la Estupa y se sentó sobre la mitad del asiento, en la postura de loto completo.
Todos en la gran asamblea viendo a los dos Así Venidos sentados en la Estupa enjoyada, sobre el trono de león en la postura de loto completo, pensaron: “Los Budas están sentados muy altos y muy lejos. Sólo deseamos que el Así Venido use el poder de las penetraciones espirituales y nos capacite a todos a morar en el espacio vacío”.
Entonces el Buda Shakyamuni usó sus poderes espirituales y alzó a la asamblea completa al espacio vacío.
Con una voz potente él se dirigió a las Cuatro Asambleas diciendo:
- ¿Quién, en esta tierra Saha, puede pronunciar este Sutra del Dharma de la Flor? Ahora, es el momento propicio para que el Así Venido entre próximamente en el Nirvana; y el Buda desea legar El Sutra Dharma de la Flor.
El Honrado por el Mundo, deseando reiterar este significado, habló en versos diciendo:  

LA HIPÓSTASIS DE LOS ARCONTES



Después de hallar mencionado en los estudios acerca del gnosticismo muchas veces el texto clave llamado La Hipóstasis de los Arcontes, quisimos acceder a su texto en castellano.
Sólo encontramos en es.scribd.com, primero, un mamarracho de traducción, y luego una traducción (estropeada con infinitud de signos estrambóticos) que dice que se ha basado en la traducción francesa de Barc y Roberge, de un excesivo tufillo católico.
Por ello acudimos a la corriente traducción inglesa de Bentley Layton y fundamentalmente a la más erudita (que indica todas las lagunas en el texto original) de Anne McGuire, para nuestra traducción al castellano.
Posteriormente revisamos la francesa de un tal André Wautier, además de la que está en scribd, que tiene ciertas imprecisiones.
Creemos haber hecho un trabajo honesto y lo más preciso posible de acuerdo al sentido que hemos capturado, y para que haya una versión castellana confiable del texto dicho (aunque sin duda con todas las limitaciones de un caso como éste).
A continuación algunas breves notas eruditas y académicas sobre el texto antes de entregar nuestra traducción, esperando poder retomar este tema bajo otras ópticas.
La Hipóstasis de los Arcontes se ha conservado en un único ejemplar copto, escrito en lengua sahídica, constituyendo el tratado 4 del Códice II de Nag Hammadi, pp. 86-97.
La traducción castellana de su título, la Hipóstasis de los Arcontes, se limita a reproducir los términos griegos del título copto. Una traducción según el significado de esos vocablos griegos sería La Realidad de los Gobernantes, o las Potestades. La lengua original del texto habría sido la griega. Sus enlaces con el pensamiento de Filón hacen que se proponga Alejandría como un lugar probable de composición.
También se ha propuesto Siria como lugar de composición en razón del ambiente lingüístico semita que se muestra en los nombres del creador maléfico del mundo (Saclas = el loco) y Yaldabaoth.
La mayoría de los comentaristas aceptan que el escrito griego subyacente al texto copto presenta varios estratos de redacción, el último de los cuales, por lo menos, es cristiano. Los estratos más antiguos son por lo menos dos: el antropogónico (origen del hombre) y el teogónico (origen de los dioses). Estos dos estratos consisten en exégesis esotéricas del Génesis.
El último redactor griego se apoya, ya secundariamente, en el Nuevo Testamento (la primera estrofa del texto hace una cita de la carta de Pablo a los Efesios 6:12), y probablemente agudiza los trazos negativos del universo arcóntico. El texto original dataría de principios del siglo II d.C. y la re-edición sería de finales de ese mismo siglo.
El escrito se presenta como una instrucción sobre el tema de los dominadores del mundo mencionados por Pablo.
Después de una breve alusión al primer arconte, el tratadista pasa a la antropogonía. El argumento teogónico (origen de los arcontes) es abordado en segundo lugar y presentado como una revelación del ángel Elelet a Norea. La creación del hombre es explicada a partir de los textos del Génesis y rectificados.
Los arcontes crean primero al hombre terreno como una copia de su propio cuerpo y según la imagen divina. En este hombre terreno insuflan el elemento psíquico. El resultado es un ser humano incapaz de levantarse. La Eva psíquica levanta a Adán, y después la Eva espiritual lo convierte en hombre espiritual.
Como espirituales, Adán y Eva engendran a Set, que es el antepasado común de la raza gnóstica.
Esta raza es salvada de la extinción por el arconte Sabaot, bajo cuyo poder quedará hasta la venida del Salvador. El ciclo teogónico explica el origen de los arcontes a partir de la materia. La doctrina más importante de este pasaje es la distinción entre un arconte maligno, Yaldabaoth, y un arconte converso, Sabaoth, el dios de los judíos.
El tratado concluye con una evocación cristiana de la obra del Salvador.
(Los corchetes indican que se trata de un texto reconstruido, y también indican las lagunas en el texto. Las palabras entre paréntesis redondos señalan un texto añadido por el traductor, o que debe sobreentenderse en el texto copto, o hacen alguna aclaración).

Mi Atlantida

Doug Yurchey

La raza humana no se originó en los monos. Nuestra génesis no fue en el jardín de Edén.
La Ciencia y la Religión, esas instituciones enormes, están ambas equivocadas. Ellas se equivocan en cuanto a que nuestros comienzos fueron simples. Primates o Adán y Eva: ambas teorías o historias de la Creación consideran la raza humana temprana en la Tierra como primitiva.
Más del 90% de las personas es o bien,
        agnóstico y cree en la Evolución, o bien
        parte de alguna religión organizada, en el sentido que ellos piensan que "Dios lo hizo"
La Ciencia y la Religión se equivocan porque la evidencia física indica que nuestros antepasados eran AVANZADOS.
 Ellos poseían tecnología avanzada.
Lo siento, señor Von Däniken, pero los alienígenas no tuvieron necesidad de acelerar el progreso de los primates terráqueos. Por el contrario, ya existía una súper-metrópoli de escala global hace miles de años: la ATLÁNTIDA.

DE HERMES TRISMEGISTO A TAT.Sobre la inteligencia común.

HERMES TRISMEGISTO

Tratado XII: De Hermes a Tat: el pensamiento común el nous humano: dos tipos de hombres; destino y libertad. El cosmos, el hombre y la gnosis.

CAPÍTULO X de FRAGMENTOS DE UNA ENSEÑANZA DESCONOCIDA

P.D. OUSPENSKY

¿De dónde parte el camino? La ley de accidente. Diferentes clases de influencias. Las influencias creadas en la vida. Las influencias creadas fuera de la vida, conscientes solamente en su origen. El "centro magnético". En busca del camino. El descubrimiento de un hombre que sabe. Tercera clase de influencias: consciente y directa. Cómo liberarse de la ley de accidente. Los "escalones", la "escalera" " y el "camino". Condiciones especiales del cuarto camino. Posible existencia de un centro magnético equivocado. Cómo reconocer los caminos equivocados. El maestro y el alumno. El saber comienza con la enseñanza de los cosmos. El concepto habitual de dos cosmos: "Macrocosmos" y "Microcosmos", La enseñanza integral de siete cosmos. La relación de un cosmos a otro es la de cero a infinito. El principio de relatividad. "El camino hacia arriba es también el camino hacia abajo", ¿Qué es un milagro? El "periodo de dimensiones". Mirada al sistema de los cosmos desde el punto de vista de la teoría pluridimensional. Una observación de G.: "El tiempo es respiración". ¿Es el "Microcosmos" el hombre, o el "átomo"?

HECHOS DE PEDRO Y LOS DOCE APÓSTOLES

Introducción

1 [...] nos hicimos a la mar. Nos sentíamos unidos en nuestros corazones. Estábamos todos dispuestos a ejecutar el ministerio que el Señor nos había encargado, y llegamos a un acuerdo entre nosotros. Bajamos al mar en un momento oportuno, dispuesto por el Señor. Encontramos un navío fondeado en la costa preparado para partir, y hablamos con los marineros si podríamos embarcarnos con ellos. Mostraron con nosotros una gran amabilidad, según lo dispuesto por el Señor. Y ocurrió que cuando partimos, navegamos un día y una noche. Luego sopló sobre la nave un viento contrario que nos arrastró hacia una pequeña ciudad (en una isla) situada en medio del mar. Yo, Pedro, pregunté el nombre de la ciudad a algunas personas del lugar que se hallaban en el muelle.
2 Nos respondió [un hombre] de aquellos [y nos dijo el nombre] de la ciudad que era [«Inhabitación»], es decir, «Fundamento» [...] paciencia. Su alcalde se hallaba [en el muelle, portando] una palma (en la mano). Y ocurrió que cuando desembarcamos en tierra [con] el equipaje, entré en la ciudad buscando [consejo?] sobre un alojamiento.

Primer encuentro con Litargoel


Salió un hombre que llevaba una vestidura ceñida sobre sus lomos y un cinturón dorado que la ajustaba. (Llevaba) un blanco sudario recogido alrededor del pecho, que le llegaba hasta los hombros y que cubría su cabeza y sus manos. Yo contemplaba a ese hombre porque era hermoso en su forma y figura. Cuatro zonas de su cuerpo miraba: las plantas de sus pies, una parte de su pecho, las palmas de sus manos y su rostro. Esto es lo que pude ver. Había en su mano izquierda una caja de las que suelen emplearse para libros y un bastón de estoraque en su derecha. Su voz resonaba pausadamente mientras gritaba en el ciudad: «Perlas, perlas». Yo pensé que era un habitante de aquella villa. Le hablé así: —Hermano mío y compañero.
3 Me respondió:  —[Bie]n has dicho «[hermano] mío [y c]ompañero». ¿Qué [deseas] de mí?.
Le respondí: —[Busco] un alojamiento para mí [y] para mis hermanos, ya que somos forasteros.
Añadió: —Por eso también yo me he apresurado a decir  «hermano mío y compañero», porque soy un extranjero como tú.
Cuando hubo dicho estas palabras, gritó: —Perlas, perlas.
Oyeron su voz los ricos de aquella ciudad. (Unos) salieron de sus habitaciones más ocultas; otros, por el contrario, lo contemplaron desde las habitaciones de sus casas; y otros miraban desde las ventanas superiores. Pero vieron que no (podían conseguir) nada de él, porque no llevaba alforja ninguna sobre sus espaldas, ni envoltorio ninguno entre su vestidura o sudario. A causa de su desprecio ni siquiera le preguntaron, y él, por su parte, no se reveló a ellos. Los ricos se volvieron a sus aposentos mientras decían: «Éste se burla de nosotros».
4 Los pobres [de la ciudad] escucharon [su voz, y salieron hacia] el hombre que [vendía las perlas. Le dijeron]: —Por favor, [muéstranos una] perla, para que al menos [podamos verla] con nuestros ojos, ya que somos [pobres], y no tenemos el dinero de su precio para entregártelo. [Enséñanosla], sin embargo, para que podamos decir a nuestros camaradas que [hemos visto] una perla con nuestros propios ojos.
Les respondió así: —Si os es posible, venid a mi ciudad. No sólo la mostraré ante vuestros ojos, sino que os la daré de balde.
Los pobres de aquella ciudad escucharon sus palabras y replicaron: —Puesto que somos mendigos, sabemos que nadie acostumbra a regalar una perla a los mendigos, quienes suelen recibir alimentos y calderilla. Ahora bien, lo que deseamos obtener de tu bondad es que nos muestres la perla ante nuestros ojos. Así podremos decir con orgullo a nuestros camaradas: «Hemos visto una perla con nuestros ojos», ya que (tal cosa) no sucede entre los pobres, especialmente mendigos (como nosotros).

Viaje de Pedro y sus compañeros a la ciudad de Litargoel


Les respondió así:  —Si os es posible, venid a mi ciudad. No sólo os enseñaré la perla, sino que os la daré de balde.
Los pobres y los mendigos se alegraron a causa de 5 el [dadivoso] mercader. [Los hombres] (de la ciudad) [preguntaron a Pedro] sobre las penalidades [del camino]. Pe[dr]o respondió [contándoles] lo que habían oído de [las dificultades] del camino, puesto que [experimentarán?] (esas) penalidades en su ministerio. (Luego) dijo (Pedro) al hombre que vendía la perla: —Deseo conocer tu nombre y las penalidades del camino hasta tu ciudad, porque somos forasteros y siervos de Dios, y nos es necesario extender la palabra de Dios en toda ciudad pacíficamente.
Respondió así (el vendedor de perlas): —Si preguntas por mi nombre, es Litargoel, que significa «piedra liviana (que brilla como los ojos de) una gacela». Y la vía hacia la ciudad sobre la que me has preguntado, te la mostraré (también). Cualquier hombre no puede ir por ese camino, salvo el que haya renunciado a todo lo que posee, y ayune diariamente de estación en estación. Porque son numerosos los ladrones y las fieras salvajes en esa vía. Al que lleva pan consigo para el camino, perros negros lo devoran a causa de ese pan. El que lleva un vestido precioso de este mundo lo matan los ladrones 6 [a causa del] vestido. [Al que lleva] agua [lo destrozan] los lobos [por el agua], ya que tienen sed. [Al que] se preocupa de la [carne] y las verduras, lo desgarran loe leo[nes] a causa de la carne. [Si] escapa de los leones, lo cornean los toros a causa de las verduras.
Cuando terminó de decirme [estas] cosas, suspiré en mi interior diciendo: «¡Qué grandes son las penalidades del camino! ¡Ojalá nos diera Jesús fuerza para caminar por él!».
Me miró mientras suspiraba y se entristecía mi rostro. Me dijo: —¿Por qué suspiras si conoces ese nombre, «Jesús», y crees en él? Él es el Gran Poder y lo concede. Porque yo también creo en el Padre que lo envió.
Volví a preguntarle: —¿Cuál es el nombre del lugar al que te vas, tu ciudad?
Me respondió: —El nombre de mi ciudad es «Nueve Puertas». Alabemos a Dios mientras nos ejercitamos pensando que la décima es la cabeza.
Dspués de esto me aparté de él en paz para llamar a mis compañeros. (Entonces) vi unas olas, y grandes y elevados muros que rodeaban los límites de la ciudad. Me admiré de las grandezas que vi. Y observé a un anciano que estaba sentado. Le pregunté el nombre de la ciudad, si en verdad (su nombre) era 7 «Inhabi[tación»] [...]. Me dijo: —[Has dicho] verdad, pues [habitamos] aquí, porque soportamos con paciencia.
[Respondí] así: —Justamente [...] los hombres la han llamado [...] porque las ciudades son habitadas por quienes soportan con paciencia sus tentaciones. Un reino noble saldrá de ellas, pues resisten en medio de las olas y de las angustias de las tormentas. De modo que la ciudad de aquellos que soportan el peso del yugo de la fe será habitada. Y él, (cada uno de sus habitantes), será computado en el reino de los cielos.

Transición a la segunda narración


Me marché apresuradamente y llamé a mis compañeros para entrar en la ciudad de la que nos había hablado Litargoel. Ligados por la fe, abandonamos todas las cosas como él nos había dicho. Nos libramos de los ladrones, puesto que no encontraron sus vestiduras sobre nosotros. Nos escapamos de los lobos, porque no hallaron en nosotros el agua de la que estaban sedientos. Nos libramos de los leones, porque no encontraron en nosotros el deseo de carne. 8 [Nos escapamos de los perros] y de [los toros, porque no encontraron ni pan] ni verduras. [Sentimos una] gran alegría, [con] (ausencia) de preocupaciones en la paz de nuestro Señor. Tomamos un poco de descanso ante la puerta y comentamos entre nosotros cosas que no suponían distracción en este mundo, sino una práctica continuada de la fe.

Segundo encuentro con Litargoel


Mientras hablábamos de los ladrones del camino, de quienes habíamos escapado, he aquí que salió Litargoel. Se había transformado ante nosotros y había tomado la apariencia de un médico. Llevaba bajo su brazo un ungüento de nardo medicinal, y un discípulo le seguía portando una cajita llena de medicinas. Nosotros no lo reconocimos. Pedro respondió y le dijo: —Nos gustaría que nos hicieras un favor, ya que somos extranjeros. Condúcenos a la casa de Litargoel antes de que se haga tarde.
Nos respondió: —Os la mostraré con rectitud de corazón. Pero me admira que conozcáis a ese hombre bueno, pues no se revela a cualquiera, ya que es el hijo de un gran rey. Descansad un poco mientras voy, curo a ese hombre y vengo (de nuevo).
Se dio prisa y volvió 9 rápidamente. (El hombre) dijo a Pedro: —Pedro.
Éste se atemorizó (preguntándose) cómo había llegado a saber que su nombre era Pedro. Pedro respondió al Salvador: —¿De dónde me conoces, puesto que has pronunciado mi nombre?
Respondió Litargoel: —Deseo preguntarte quién te ha dado el nombre de Pedro.
Díjole él: —Jesús, el Cristo, el hijo del Dios viviente, Él me dio este nombre.
Respondió (Litargoel) con estas palabras: —Yo soy (ese). Reconóceme, Pedro.
Desanudó el vestido que le cubría, con el que se había disfrazado ante nosotros, y se nos reveló en verdad como era él. Nos postramos en tierra y lo adoramos nosotros, los once apóstoles. Extendió su mano, nos hizo levantar (y) hablamos con él humildemente. Mientras nuestras cabezas estaban inclinadas hacia el suelo con respeto, le dijimos: —¿Qué quieres que hagamos? Mas otórganos la fuerza para que cumplamos tu voluntad en todo momento.
Él (Jesús) les entregó el ungüento de nardo curativo y la cajita que estaba en las manos del dicípulo, y les impartió la orden 10 siguiente: —Volved a la ciudad de la que habéis salido que es llamada «Inhabitación». Continuad enseñando pacientemente a los que han creído en mi nombre, puesto que yo he tenido paciencia en los sufrimientos de la fe. Yo os otorgaré vuestra recompensa. Dad a los pobres de la ciudad lo que necesiten para que vivan de ello, hasta que yo les dé lo que es superior, lo que os dije que os iba a dar de balde.
Pedro respondió con estas palabras: —Señor, Tú nos has enseñado a renunciar al mundo y a lo que en él hay. Hemos dejado todo por ti. Nos preocupamos (ahora solamente) del alimento de cada día. ¿Dónde podremos encontrar las cosas necesarias que nos pides entregar a los pobres?
El Señor respondió con estas palabras: —¡Oh Pedro!, era necesario que comprendieras la parábola que te he contado. ¿No sabes tú que mi nombre, que tú enseñas, es más valioso que cualquier riqueza y que la sabiduría de Dios es superior al oro, la plata y las piedras preciosas?

La misión universal


Les entregó (la cajita con) los remedios medicinales y les dijo (de nuevo): —Curad a todos los enfermos de la ciudad que han creído 11 [en] mi nombre.
Pedro tuvo miedo de responderle por segunda vez. Se dirigió al que estaba a su lado, que era Juan, (y le dijo): —Habla tú esta vez.
Juan respondió con estas palabras: —Señor: tenemos miedo de pronunciar ante ti multitud de palabras. Pero eres tú el que nos exige que practiquemos esta técnica, aunque nadie nos ha instruido para ser médicos. ¿Cómo, pues, sabremos curar los cuerpos, como tú nos has ordenado?
Le respondió (Jesús): —Has hablado bien, Juan, pues yo sé que los médicos de este mundo acostumbran a curar (las enfermedades) que pertenecen al mundo. (Pero) los médicos del alma sanan los corazones. Curad, pues, los cuerpos primero, de modo que gracias a la potencia curativa que hay en vosotros para curación de los cuerpos sin medicinas de este mundo puedan creer que os es posible también sanar las enfermedades del corazón. Con los ricos de la ciudad, (sin embargo,) esos que no consideran digno saber de mí, sino que se regocijan en su riqueza y en su orgullo, con ésos, pues, 12 no comáis en [sus] casas, ni os amiguéis con ellos, no sea que os hagan partícipes de su parcialidad. Pues muchos toman partido por los ricos en las iglesias, porque son pecadores (también) y proporcionan la ocasión a otros hombres de hacer (lo mismo). Mas vosotros juzgadlos con sabiduría, de modo que vuestro ministerio sea glorificado, y para que Yo y mi nombre sean glorificados también en las iglesias.
Los discípulos respondieron así: —Sí. En verdad esto es lo que conviene hacer.
Se postraron en tiera y lo adoraron. (Pero) él los hizo levantar y se apartó de ellos en paz. Amén.

Por qué los «hombres» no son hombres

G. I. GURDJIEFF

Belcebú lanzó un profundo suspiro y continuó diciendo:
—Una vez cumplida en este planeta la materialización del proceso «ilnosoparniano», transcurrió, según el cálculo cronológico objetivo, un año.
Durante este período se habían ido coordinando gradualmente en el planeta los procesos correspondientes de involución y evolución de todas las cosas allí existentes.
Y claro está que también empezaron a cristalizarse gradualmente en los seres tricerebrados los datos suficientes para la adquisición de la razón objetiva.
En resumen, como en todos los demás, también en este planeta había comenzado el desarrollo normal de todas las cosas.
Y por ello, querido mío, si la Altísima Comisión bajo la dirección suprema del mencionado Arcángel Sakaki, no hubiera regresado nuevamente a aquel punto al cabo de un año, quizás no se hubieran producido todos los malentendidos subsiguientes relacionados con los seres tricerebrados que habitan aquel malhadado planeta.
Este segundo descenso de la Altísima Comisión al planeta se debió al hecho de que, pese a las medidas que habían sido tomadas —de las que ya te hablé—, no se había cristalizado todavía en las razones de la mayoría de sus miembros sagrados, la completa seguridad de la imposibilidad de toda sorpresa indeseable en el futuro, por lo cual deseaban ahora verificar personalmente, en el lugar, los resultados de aquellas medidas.
Fue precisamente durante este segundo descenso cuando la Altísima Comisión decidió, en todo caso, si no por otro motivo, por lo menos para tranquilizarse al respecto, concretar ciertas medidas especiales posteriores, entre las cuales se hallaba también aquella medida cuyas consecuencias no sólo determinaron la difusión de un tremendo terror entre los seres tricerebrados que habitan aquel desdichado planeta, sino que, por así decirlo, resultaron al fin un estigma maligno para todo nuestro gran Universo.
Deberás saber que en el tiempo de este segundo descenso efectuado por la Altísima Comisión, ya se había desarrollado gradualmente en estos seres —como es lo normal en todos los tricerebrados— lo que llamamos «instinto mecánico».
Los sagrados miembros de esta Altísima Comisión razonaron entonces que si dicho instinto mecánico de los bípedos tricerebrados que habitaban el planeta había de desarrollarse hacia la obtención de la Razón Objetiva —como es regla que ocurre en todas partes entre los seres tricerebrados— sería perfectamente posible que hubieran de comprender prematuramente la causa real de su nacimiento y de su existencia, provocando serios trastornos; podía suceder que habiendo comprendido la razón de su nacimiento, es decir que, habiéndose dado cuenta de que debían mediante su existencia mantener separados los fragmentos de su planeta y estando convencidos de la injusticia de esta esclavitud a circunstancias perfectamente ajenas a
ellos, se negaran a continuar su existencia y se destruyeran a sí mismos por principio.
De modo pues, querido niño, que en vista de esto, la Altísima Comisión decidió entonces, entre otras cosas, implantar provisionalmente en las presencias comunes de los seres tricerebrados que allí vivían un órgano especial con una propiedad tal que, en primer término, les hiciese percibir la realidad deformada y, en segundo lugar, que todas las impresiones repetidas procedentes del exterior cristalizaran en su espíritu datos tales que generasen factores para la evocación de sensaciones de «placer» y de «goce».
Y entonces, de hecho, con la ayuda del Principal Archifísico-químico Común Universal Ángel Looisos, que se contaba también entre los miembros de la Altísima Comisión, se determinó el crecimiento en los seres tricerebrados, de manera especial, en la base de la columna vertebral, en la raíz de la cola —que también ellos tenían, por entonces y lo que es más, dotada de un exterior normal expresivo de la, por así llamarla, «plenitud de su significación íntima»— de un «algo» que permitiera el surgimiento de dichas propiedades.
Y a este «algo» le dieron el nombre, en un principio, de «órgano Kundabuffer».
Una vez determinado el crecimiento de este órgano en las presencias de los seres tricerebrados y una vez comprobado su funcionamiento, la Altísima Comisión integrada por los Sagrados Individuos y encabezada por el Arcángel Sakaki, tranquilizada y con la consciencia limpia, volvió al centro del Universo mientras que allí, en el planeta Tierra que tanto te ha llamado la atención, el efecto de este sorprendente y maravillosamente ingenioso invento comenzó a hacerse sentir desde el primer día desarrollándose luego, crecientemente, como —para decirlo con las palabras de Mullah Nassr Eddin— «el crescendo de la trompeta de Jericó».
Ahora bien; a fin de que puedas tener por lo menos una comprensión aproximada de los efectos provocados por las propiedades del órgano ideado y materializado por el incomparable ángel Looisos —bendito sea su nombre por toda la eternidad— es indispensable que sepas algo acerca de las diversas manifestaciones de los seres tricerebrados que habitan ese planeta, no sólo en la época en que ese órgano Kundabufíer, se contó entre las distintas partes de sus presencias, sino también durante épocas posteriores cuando, si bien este sorprendente órgano y sus propiedades habían sido ya destruidas debido a diversas causas, habían comenzado a cristalizarse en sus presencias las consecuencias de sus propiedades.
Pero ya te explicaré esto más adelante.
Por ahora debo hacerte notar que hubo todavía un tercer descenso de la Altísima Comisión a aquel planeta, tres años después, según los cálculos cronológicos objetivos; pero esta vez se efectuó bajo la dirección del Más Grande Archiserafín Sevohtartra, dado que el Más Grande Arcángel Sakaki se había convertido, entretanto, en el Divino Individuo que sigue siendo todavía en la actualidad, es decir, en uno de los cuatro Tetrasustentadores de todo el Universo.
Y precisamente durante este tercer descenso, una vez establecido claramente mediante acabadas investigaciones por parte de los sagrados miembros de esta tercera Altísima Comisión, que ya no era necesario para el mantenimiento de la existencia de los fragmentos desprendidos del planeta madre continuar la materialización de las medidas preventivas deliberadamente tomadas con anterioridad, se decidió, con ayuda del mismo Archifísicoquimico Ángel Looisos, destruir, conjuntamente con las medidas antes mencionadas, el referido órgano Kundabuffer en las presencias de estos seres tricerebrados, así como todas sus sorprendentes propiedades.
Pero volvamos al relato que había empezado.
Y no te distraigas. Cuando se disipó nuestro desconcierto, provocado por la reciente catástrofe que había puesto en peligro todo el sistema solar, lentamente, después de esta inesperada interrupción, reanudamos nuestra instalación en el nuevo lugar de residencia que nos habían asignado.
Poco a poco, todos nosotros nos familiarizamos con la Naturaleza local, adaptándonos a aquel medio de vida.
Como ya dije antes, muchos de nosotros nos establecimos definitivamente en el planeta Marte; mientras otros, gracias a la nave Ocasión que había sido puesta a disposición de los seres de nuestra tribu para la comunicación interplanetaria, se marcharon o bien se prepararon para marcharse hacia otros planetas del mismo sistema solar.
Pero yo, junto con mis familiares y algunos de mis servidores más cercanos, seguí viviendo en el planeta Marte.
Debo hacerte notar que en la época a la que se refiere mi relato, ya había sido instalado mi primer teskooano en el observatorio construido en el planeta Marte, por lo cual me hallaba dedicado por completo a la organización y al desarrollo de este observatorio destinado a la observación detallada de las remotas concentraciones de nuestro gran Universo y de los planetas de este sistema solar.
En consecuencia, entre los muchos objetos de mis observaciones también se contaba el planeta Tierra. Pasó el tiempo.
También en este planeta comenzó gradualmente a establecerse el proceso de la existencia y,según todo lo  hacía presumir, en la forma que es habitual en todos los planetas.
Pero la estrecha observación demostró, en primer lugar, que el número de seres tricerebrados había aumentado gradualmente y, en segundo término, que de vez en cuando daban lugar a manifestaciones sumamente extrañas, jamás observadas en los demás seres tricerebrados que habitan otros planetas; quiero decir que, repentinamente, y sin razón aparente alguna, comenzaban a destruir entre sí sus propias existencias.
En ocasiones, esta mutua destrucción de vidas no tenía lugar solamente en una región sino en varias, durando, no ya un «Dionosk» sino varios «Dionosks» y a veces, incluso, «Ornakras» enteros. (Dionosk significa «día»; Ornakra significa «mes»).
En ciertas oportunidades se hacía evidente que a raíz de estos horribles procesos disminuía rápidamente el número de terráqueos; pero durante otros períodos, en cambio, el número de habitantes aumentaba considerablemente.
Paulatinamente nos fuimos acostumbrando a esta peculiaridad de los seres que habitan la Tierra, aceptando como explicación de los hechos que, evidentemente, por ciertas consideraciones de naturaleza superior, estas propiedades debían haber sido dadas deliberadamente al órgano Kundabuffer por la Altísima Comisión; en otras palabras, en vista de la fecundidad de estos bípedos, supusimos que la misma había sido concebida intencionalmente, debido a la necesidad de que existiesen en crecido número a fin de poder mantener el Movimiento Armónico cósmico común.
De no haber sido por esta extraña peculiaridad, nunca se le hubiera ocurrido a nadie que había algo «raro» en ese planeta.
Durante el periodo a que me he referido anteriormente, visité personalmente la mayoría de los planetas de aquel sistema solar, recorriendo tanto los habitados como los todavía sin poblar.
Por mi parte, los que más me agradaron fueron los seres tricentrados que habitan en el planeta que lleva el nombre de Saturno, cuyo aspecto exterior es completamente distinto al nuestro, pareciéndose, por el contrario, al del cuervo.
Es interesante notar, dicho sea de paso, que por una u otra razón, la forma «cuervo» no sólo existe en casi todos los planetas de este sistema solar, sino también en la mayoría de los demás planetas de nuestro Gran Universo, en los cuales habitan seres de diversos sistemas cerebrales, recubiertos con cuerpos planetarios de distintas formas.
La comunicación verbal usada por estos seres cuervos, del planeta Saturno, es bastante semejante a la nuestra.
Pero en lo que a su pronunciación se refiere, es, a mi juicio, la más hermosa de cuantas he oído.
Podría compararse con el canto de nuestros mejores cantantes cuando éstos cantan con todo su Ser en un tono menor.
En cuanto a sus relaciones con los demás, sólo pueden llegar a ser conocidas viviendo con ellos y compartiendo su existencia.
Todo lo que puede decirse es que estos seres-pájaros tienen un corazón exactamente igual al de los ángeles más próximos a nuestro ETERNO HACEDOR Y CREADOR.
Estos seres viven en estricta conformidad con el noveno mandamiento de nuestro CREADOR que dice: «Haz con los demás lo que quisieras que hicieran contigo».
Más adelante, tendré por cierto que contarte todo lo referente a estos seres tricerebrados que habitan el planeta Saturno, puesto que uno de mis mejores amigos que me acompañó durante todo mi exilio en aquel sistema solar, fue precisamente un ser de aquel planeta, quien tenía el aspecto exterior de un cuervo, y cuyo nombre era «Harharkh».


capitulo 10 de RELATOS DE BELCEBU A SU NIETO

MAESTROS DEL DHARMA

CAPÍTULO DIEZ de EL SUTRA DEL LOTO

En ese momento el Honrado por el Mundo, a través del Bodhisattva Rey de la Medicina, les habló a los ochenta mil grandes señores diciendo:
- Rey de la Medicina, ¿ves tú en esta gran asamblea los ilimitados dioses, Reyes Dragones, Yakshas, Gandharvas, Asuras, Garudas, Kinnaras, Mahoragas, los seres humanos y no humanos, tanto como los Bhikshus, Bhikshunis, Upasakas, Upasikas, esos que buscar ser Oyentes Rectos, esos que buscan ser Pratyekabuddhas y esos que buscan el Camino de Buda? Todos esos, en la presencia de Buda, que sólo oigan un verso o una oración del Sutra del Maravilloso Dharma de la Flor de Loto, o que inclusive tenga un pensamiento de regocijo en él, yo les otorgo las predicciones de su logro futuro del Anuttarasamyaksambodhi.
El Buda continuó diciéndole al Rey de la Medicina:
- Además, después de la extinción del Así Venido, habrá quien oiga solamente un solo verso o una sola oración del Sutra del Dharma Maravilloso de la Flor de Loto o quien inclusive tenga un solo pensamiento de regocijo en él, a ése yo le confiero la predicción del Anuttarasamyaksambodhi.
Adicionalmente, habrá quien reciba y sostenga en alto, lea y recite, explique y enseñe o copie el Sutra del Dharma Maravilloso de la Flor de Loto, realizando esto inclusive con un solo verso, mirando el texto del Sutra con reverencia como si fuera Buda mismo, haciéndole variadas clases de ofrendas de flores, incienso, cuentas, polvo de incienso, pasta de incienso, incienso para quemar, sedas, pancartas, telas y música, o quien inclusive una las palmas de sus manos en reverencia; Oh Rey de la Medicina, debes saber que esa persona, en el pasado, ya ha hecho ofrendas a diez miríadas de millones de Budas, en la presencia de esos Budas, han completado grandes votos. Es por nuestra compasión por los seres vivientes que esa persona ha nacido entre los seres humanos.
- Oh Rey de la Medicina, si alguien te pregunta qué tipo de seres vivientes devendrán Budas en el futuro, debes señalarle que esa misma clase de personas ciertamente en el futuro devendrán Budas. ¿Por qué es esto? Si un buen hombre o una buena mujer recibe y sostiene en alto, lee, recita, explica y enseña, o escribe incluso una sola oración del Sutra del Dharma Maravilloso de la Flor de Loto, o hace variadas ofrendas al texto del sutra de la flor, como por ejemplo, incienso, cuentas, polvo de incienso, pasta de incienso, incienso para quemar, toldos de seda, pancartas, telas, música o une sus manos en reverencia, esa persona debe ser mirada con reverencia por aquellos en todos los mundos y debe recibir ofrendas apropiadas al Así Venido. Debes saber que esta persona es un gran Bodhisattva, uno que ha alcanzado el Anuttarasamyaksambodhi. Por la compasión por los seres vivientes, él o ella ha prometido nacer aquí y exponer el Sutra del Dharma Maravilloso de la Flor de Loto, ampliamente y en detalle.
- Cuánto más esto aplicará a uno que lo puede recibir y sostener en alto enteramente y hacerle varias clases de ofrendas.
- Rey de la Medicina, debes saber que esta persona ha renunciado a su propia y pura recompensa kármica y, después de mi extinción, por la compasión por los seres vivientes, ha nacido en el mundo diabólico para proclamar vasta y extensivamente este Sutra.
- Si este buen hombre o esta buena mujer después de mi extinción
explica secretamente, incluso una sola oración del Sutra del Dharma
Maravilloso de la Flor de Loto a una sola persona, tú debes saber que
esa persona es un mensajero del Así Venido, enviado por el Así Venido
a realizar el trabajo del Así Venido.
- Cuánto más entonces es, en el caso de que esa persona pueda en el medio de una gran asamblea explicarlo a todos esos integrantes de la reunión extensivamente.
- Oh Rey de la Medicina, si una persona que con una mente insana se presenta ante el Buda, difamándole y reprochándole constantemente a través de un largo eón, sus ofensas serían relativamente leves comparadas a las ofensas de una persona que habla, incluso una sola palabra malévola, censurando y abusando a aquel que lee o recita el Sutra del Dharma Maravilloso de la Flor de Loto. La ofensa de esa persona sería muy grave.
- Oh Rey de la Medicina, debes saber que uno que lee y recita Sutra del Dharma Maravilloso de la Flor de Loto toma los adornos de Buda como los suyos propios. El llevará el Así Venido sobre sus hombros. Dondequiera que vaya, será bienvenido con cortesía. Con una sola mente y con las palmas unidas, uno debe reverenciarle, hacerle ofrendas, honrarlo y alabarlo. El debe recibir las ofrendas más finas entre las personas, ofrendas de flores, incienso, cuentas, polvo de incienso, pasta de incienso, incienso para quemar, toldos de seda, pancartas, ropa, comida exquisita y música. Joyas celestiales se deben esparcir sobre él y grupos de las más finas joyas celestiales se le deben ofrecer.
- ¿Cuál es la razón? Cuando esta persona pronuncia con fruición el Dharma, aquellos que lo oyen, incluso por un solo instante, alcanzaran directamente el supremo Anuttarasamyaksambodhi.
En ese momento, el Honrado por el Mundo, deseando reiterar estos principios, habló en versos diciendo:

ENCUENTRO CON ALIENÍGENAS EN UN TEXTO DE LA ESCUELA DE MISTERIOS


John Lash 

Un Catequismo Gnóstico



Aquí y allá los Materiales Gnósticos Cópticos contienen pasajes que describen encuentros con los seres como-ET, a veces con consejos explícitos sobre cómo manejar estas entidades.
•                     ¿Qué creencias están implicadas en este testimonio?
•                     ¿Y qué hemos de creer acerca de este testimonio?
Voy a tratar de abordar estas dos cuestiones en este breve ensayo tópico.

LA ATLÁNTIDA DE PLATÓN Y TARTESSOS EN UNA INSCRIPCIÓN DE 6000 AÑOS HALLADA EN IBERIA


Platón en la historia de la Atlántida o Atlantis, cuenta que los Atlantes conocían la escritura. Estrabón por su parte afirma que los pueblos Turdetanos -descendientes directos de los Tartessios-, conservaban anales históricos y leyes escritas en una gramática que se remontaba a más de 6000 años antes de su tiempo. La arqueología académica aún no acepta que esto haya sido cierto, piensan que es una mera invención de Estrabón, sin embargo, en Iberia han aparecido muchos testimonios de inscripciones grabadas o pintadas en cuevas, dólmenes, y en diversos objetos de hueso y cerámica cuyas fechas se remontan a más de 4000 años antes de Cristo (6000 años BP), aunque algunos hallazgos reportados por Watelman Fein, Georgeos Díaz-Montexano y Jorge María Ribero-Meneses, muestran evidencias claras del uso de caracteres de escritura lineal alfabética en un claro contexto paleolítico.
Díaz Montexano ha identificado los caracteres de una inscripción en hueso prehistórico descubierta a principios del siglo XIX en la Coruña, Galicia, España (La inscripción aparece reportada en “Michel Bouvier, Paris, Cat. L'Art de l'Ècriture, 2003”), con una clara secuencia Ibero-Tartessian, escrita a la manera Tartessian, - que es la más antigua usada en Iberia –, o sea, de derecha a izquierda y los datos son muy reveladores, pues al parecer podría estar haciendo mención de la Atlántida y de Tartessos. La inscripción se puede transliterar como: “ATaL TaRTo”.
Como comenta Díaz-Montexano:
“…es imposible de negar que esta palabra (ATal) se parece demasiado a la raíz que aparece en el nombre de Atlantis, que es una forma adjetival de Atlas, mientras que Tarte se ajusta a la raíz reconstruida por los especialistas españoles sobre el antiguo nombre de Tartessos, que sería Tarte-, pues el sufijo –ssos es de origen egeo o griego, y se añadía con el valor de región, comarca, ciudad o país, como en Knossos. La terminación en vocal -e podría corresponder a alguna desinencia.
 Es muy difícil pensar que esto solamente sea una mera casualidad. Esta inscripción, por una parte, confirma la antigüedad de las escrituras Ibero-Tartessias (según Estrabón y Platón), y por otra, parece confirmar la identificación de Atlantis o “pais de Atlas” con Iberia, como afirma Platón al decir que una región de Atlantis se llamaba Gadeira (Cádiz, Spain) y que en esta misma región se hallaban las Columnas de Hércules. En cualquier caso, estamos ante la primera y única evidencia epigráfica hallada en el mundo, con una inscripción que se aproxima bastante a los nombres de Atlas y Tartessos, y que tiene más de 6000 años de antigüedad”
Sobre estas inscripciones de Iberia y europa occidental Martin Schøyen escribe:
“…Hans Jensen, in "Sign, symbol and script", pp. 37-39, dates the signs from Dolmen d'Alvao in Portugal to about 4000 BC, being attached to Iberian writing. Stephen Fisher in "A history of writing", pp. 22-24, mentions 210 symbols and signs engraved on objects of the Vincas culture, that have been radio-carbon dated to about 4000 BC. According to Michaël Guichard, in "A history of writing", 2001/2002, pp. 17-19, Vinca (not far from modern Beograd) has given its name to the late Neolithic period of Danubian culture (5000-3800 BC). Clay figurines have been found with marks echoing protopictographic and Uruk IV pictographic script from Syria, Sumer or Highland Iran. The contents of these figurines, the seals of Kotacpart, and the clay tablet found at Gradesnica, remains a mystery due to the paucity of material so far found. This raises the question of where the cradle of continuous writing really was. So far there has been a contest between Egypt and Syria/Sumer/Highland Iran, with overwhelming recent evidence for the latter, dated to around 3500 BC…” (The Schoyen Collection: 4. Palaeography. 4.1. The beginning of writing and the first alphabets, Oslo, Februar 2005)
Díaz-Montexano piensa, que el empate temporal con la civilización de Vinca puede ser superado perfectamente, pues en Iberia existen claros testimonios de uso de signos de escritura lineal ordenados de manera gramatical en objetos y cuevas del paleolítico, y hasta la fecha nadie ha reportado algo similar en el Este de Europa.
La vieja teoría del alemán Fein de que en Iberia había surgido la escritura, podría ser confirmada.

fuente:tartessos.info

La Inteligencia a Hermes


HERMES TRISMEGISTO

Tratado XI: El Pensamiento a Hermes Dios, Eternidad y Cosmos: la tríada primordial; el tiempo. Dios úno y único (demostración). La vía mística

CAPÍTULO IX de FRAGMENTOS DE UNA ENSEÑANZA DESCONOCIDA

P.D. OUSPENSKY

El "rayo de creación" bajo forma de tres octavas de radiaciones. Materias y fuerzas en los diferentes planos del universo, y su relación con nuestra vida. Los intervalos en las octavas cósmicas y los choques que los llenan. "Punto del universo". Densidad de vibraciones. Tres fuerzas y cuatro materias. "Carbono", "Oxigeno", "Nitrógeno", "Hidrógeno". Doce tríadas. La "Tabla de Hidrógenos". La materia a la luz de sus propiedades químicas, físicas, psíquicas y cósmicas. Inteligencia de la materia. "Átomo". Cada función, rada estado del
hombre depende de la energía. Las substancias en el hombre. El hombre tiene suficiente energía para comenzar el trabajo sobre si mismo, con la condición de que la ahorre. Desperdicio de la energía. "Aprended a separar lo sutil de lo grosero". Producción de hidrógenos sutiles. Cambios del ser. Crecimiento de cuerpos interiores. El organismo como fábrica de tres pisos. Tres clases de nutrición. Entrada del alimento, del diré y de las impresiones en el organismo. La transformación de substancias está dirigida por la ley de octava. La ociara del alimento y la octava del aire. Extracción de "hidrógenos superiores". La octava de las impresiones no se desarrolla. Posibilidad de crear un choque artificial en el momento en que se recibe una impresión. El esfuerzo consciente. El "recuerdo de si". El desarrollo que resulta de la octava de las impresiones y de la octava del aire. El segundo choque consciente. Esfuerzo relacionado con las emociones. Preparación para este esfuerzo. Analogía del organismo humano con el universo. Tres etapas de evolución de la máquina humana. Transmutación de ¡as emociones. Alquimia. Los centros trabajan con hidrógenos diferentes. Dos centros superiores. Trabajo equivocado de los centros inferiores. Materialidad de todos los procesos interiores.

Apocalipsis de Santiago


El primer Apocalipsis de Santiago

Encuentro y dialogo de Jesús con Santiago antes de la pasión.

El Señor es el que me ha dicho:
-Atiende, pues, el cumplimiento de mi redención. Te he indicado esto, Santiago, hermano mío, porque no te llamo por azar “hermano mío”. Tú no eres mi hermano de acuerdo con la materia, ni ignoro esto en lo que se refiere a ti, para que si te doy una indicación sepas y entiendas.
“Nada era, salvo El que es. Este es innombrable e indecible. También yo soy innombrable a partir del que es. Igualmente se me ha dado un número de nombres, ambas cosas a partir del que es. Pero yo soy antes que tú. Y ya que has preguntado sobre la feminidad: existía la feminidad, pero no era la feminidad algo anterior. Y ella se ha preparado para sí poderes y divinidades. Pero cuándo he procedido, no existía ella, pues yo soy una imagen del que es. Sin embargo, he manifestado su imagen para que los hijos del que es sepan lo que les es propio y lo que les es extraño. Mira, te revelaré todo en relación con este misterio, pues me aprehenderán pasado mañana. Pero mi redención estará próxima.
Dijo Santiago:
-Rabí, tú has dicho “me aprehenderán”. Yo, por mi parte, ¿qué podré hacer?
Me dijo:
-¡No temas, Santiago! También a ti te aprehenderán. Pero aléjate de Jerusalén. Porque ella es la que da la copa de amargura en todo momento a los hijos de la luz. Es un lugar de residencia de un gran número de arcontes. Pero tu redención se verá libre de ellos […].
Santiago dijo:
-¿Hay, por lo tanto, Rabí, doce hebdómadas y no siete como hay en las Escrituras?
El Señor dijo:
-Santiago, el que ha hablado en esta Escritura no sabía de ella extensamente. Pero yo te revelaré lo que ha provenido del Innumerable. Te daré una indicación sobre su cifra. En cuanto a lo ha provenido del que carece de medida (el dios creador), te daré una indicación sobre su medida.
Santiago, dijo:
-Por lo tanto, Rabí, mira que he sumado su número: son setenta y dos vasos.
Dijo el Señor:
-Estos son los setenta y dos cielos que son sus subordinados. Son las potencias de su poder total. Y ellos se han establecido por sí mismos y son los que se han distribuido por doquier, estando bajo la autoridad de los doce arcontes. El poder inferior de ellos produjo para sí ángeles y ejércitos innumerables […]. Si quieres ahora darles un número, no lo podrás hasta que alejes de ti el razonamiento ciego, esta ligadura que te rodea de carne. Y entonces alcanzarás al que es. Y entonces no serás más Santiago, sino que serás El que es. Y los que son innumerables todos habrán sido todos nombrados.
Santiago dijo:
-Por lo tanto, Rabí, ¿cómo alcanzaré al que es, dado que todos estos poderes y estos ejércitos están armados contra mí?
Me dijo:
-Estos poderes no están armados contra ti, sino que están armados contra otro. Estos poderes están armados contra mí y están armados contra otros poderes […]. Habrá en mi un silencio y un misterio oculto. Sin embargo, me siento temeroso ante su cólera.
Dijo Santiago:
-Rabí, si arman contra ti, ¿no hay reproche? Has venido con conocimiento para amonestar su olvido. Has venido con la memoria para increpar su ignorancia. Pero me he preocupado por ti, porque has descendido en un (mundo de) gran desconocimiento. Pero no has sido contaminado por nada de el. Porque has descendido en el olvido y conservaste la memoria. Caminaste en el barro y no se han manchado tus vestidos, ni has sido enterrado en su lodazal ni te han atrapado. Yo no era como ellos, sino que me he revestido con todo los suyo. Hay en mí como un olvido. Y tengo la memoria de cosas que no son suyas […]. ¿Qué palabra podré pronunciar para escaparme de ellos?
Dijo el Señor:
-Santiago, alabo tu razonamiento y tu temor. Si persistes en esforzarte, no te preocupes por nada mas, salvo por tu redención. Mira, en efecto daré cumplimiento a lo que me ha sido asignado sobre esta tierra como le he dicho desde los cielos. Y te revelaré tu redención.
Dijo Santiago:
-Rabí, ¿Cómo, después de estas cosas, te revelarás de nuevo a nosotros, después que ellos te apresen y que hayas cumplido lo que te ha sido asignado y hayas ascendido hasta El que es?
Dijo el Señor:
-Santiago, después de estas cosas te lo manifestaré todo […]. Y después de esto me manifestaré para amonestar a los arcontes. Y les manifestaré que El es inaprehensible. Si lo aprehenden, entonces se apoderará de cada uno de ellos. Pero ahora me iré. Recuerda lo que te he dicho si se levantan ante ti.
Santiago dijo:
-Señor, me apresuraré como has dicho.
Lo saludo el Señor y dio cumplimiento a lo que era conveniente.

Dialogo de Jesús con Santiago después de la resurrección

Y el Señor se le manifestó. Detuvo, pues, su oración, y lo beso, diciéndole:
-Rabí, te he encontrado. He oído acerca de los sufrimientos que has soportado y he sufrido mucho. Conoces mi compasión. Por este motivo, al reflexionar, no quisiera ver más a este pueblo. Ellos serán juzgados por esto que han hecho. Porque lo que han hecho es contrario a lo que corresponde.
Dijo el Señor:
-Santiago, no te preocupes por mí ni por este pueblo. Yo soy el que estaba en mí. En ningún momento he sufrido en absoluto ni me he afligido. Y este pueblo no me ha hecho ningún daño […]. Puesto que eres un justo de Dios, me has abrazado y me has besado. En verdad te digo: has suscitado una gran cólera y furia contra ti. Pero ha sucedido de este modo para que estos otros existan.
Santiago, empero, era medroso y lloró. Y se afligió mucho. Y se sentaron los doce sobre una piedra.
Le dijo el Señor:
-Santiago, así sufrirás estos pesares, pero no estés triste. Porque la carne es opacada. Ella recibirá lo que para ella se ha establecido […].

Modo de escapar de los arcontes en el ascenso del alma

El Señor le dijo:
-Santiago, mira, te manifestaré tu redención. Si te han aferrado y si has soportado estos sufrimientos, una muchedumbre se armará contra ti para prenderte. Particularmente, sin embargo, tres de ellos se prenderán, los que residen allí como recaudadores. No solo exigen contribución, sino que también atrapan a las almas como despojos. Cuando, por lo tanto, caigas en su poder, uno de ellos, el que en su vigilante, te dirá: “¿Quién eres tú o de dónde eres?”. Le responderás: “Soy un hijo y soy del Padre”. Te dirá: “¿Qué clase de hijo eres y a qué padre perteneces?”. Y le dirás: “Soy del Padre que es preexistente, y un Hijo en el Preexistente”. Cuando llegue a decirte: […] “¿Son cosas ajenas?”. Le dirás: “No son totalmente ajenas, sino que son de Achamot (“hija” del eón Sabiduría), que es la Mujer. Y estas cosas las ha producido cuando hizo descender a esta generación que procede del Preexistente. No son, pues, cosas ajenas, sino que son nuestras. Son nuestras indudablemente, porque la que es su dueña pertenece al Preexistente. Pero son cosas ajenas en tanto que el Preexistente no ha tenido comunicación con ella cuando las produjo”. Cuando igualmente te diga: “¿Adonde irás?”, le dirás: “Al lugar desde sonde he venido, allí volveré”. Y si dices esto, evadirás sus ofensivas […]. Pero yo llamaré al conocimiento incorruptible que es Sabiduría, que existe en el Padre, que es la Madre de Achamot. Carece de padre Achamot y no tiene consorte masculino, sino que es una mujer que proviene de una Mujer. Os produjo sin varón, estando sola y en ignorancia de lo que vive por su Madre, ya que pensaba que existía ella sola. Pero yo clamaré a su Madre. Y entonces se turbarán y censurarán a su raíz y a la generación de su madre […].

Ultimo dialogo con Jesús: Las mujeres, el conocimiento y la masculinización de lo femenino.

Santiago dijo:
-¿Quiénes son estas siete mujeres que han sido tus discípulos?. Y mira que te bendicen las mujeres todas. Yo también estoy admirado como vasos impotentes se han tornado fuertes por una percepción que hay en ellos […]
Dijo el Señor:
-Santiago te alabo […]. Has comenzado, en efecto, a conocer sus raíces desde el comienzo hasta el fin. Arroja lejos de ti toda ilegalidad y estate atento, no vaya a ser que te envidien. Si dices estas palabras de esta percepción, da ánimo a estas cuatro: Salomé y María y Marta y Arsinoe […]. Son primicias de los […] de arriba […] para que se manifieste la potencia de Dios. Lo corruptible ha ascendido hacia lo incorruptible y el elemento de la feminidad ha alcanzado a su elemento de masculinidad […].
Y fue en ese momento inmediatamente y amonestó a los Doce; y arrojó fuera de ellos su satisfacción en lo referente al camino del conocimiento […].


Causa de la génesis de la Luna

G. I. GURDJIEFF

Y así es como Belcebú comenzó su relato:
—Una vez que llegamos al planeta Marte, donde se nos había destinado vivir, comenzamos a establecernos lentamente.
Nos hallábamos todavía completamente absorbidos por la compleja organización de todo lo exteriormente necesario para una existencia más o menos tolerable en medio de aquella Naturaleza absolutamente extraña para nosotros, cuando, uno de los días de mayor actividad, todo el planeta Marte fue sacudido por un violento temblor, mientras poco después se levantaba hasta nosotros un «hedor» tan insoportable que en un primer momento pareció que todo el universo se había mezclado de pronto con algo que sólo podría expresarse como «indescriptible».
Sólo mucho tiempo después de haberse disipado aquel hedor, pudimos recuperarnos, dándonos gradualmente cuenta de lo que había sucedido.
Advertimos entonces que la causa de ese terrible fenómeno no había sido otra que el mismísimo planeta Tierra, que, de tanto en tanto, se acercaba considerablemente a nuestro planeta Marte, y que, por lo tanto, podíamos observar claramente, a veces incluso sin la ayuda del «Teskooano».
Por alguna razón que no podíamos comprender todavía, este planeta —era evidente— había «estallado» y dos fragmentos desprendidos del cuerpo principal habían salido proyectados hacia el espacio.
Te he dicho ya que entonces este sistema solar todavía se estaba formando sin haber alcanzado aún lo que se llama «La Armonía Del Recíproco Mantenimiento De Todas Las Concentraciones Cósmicas».
Supimos más tarde que, en conformidad con esta «Armonía Cósmica General Del Mantenimiento Recíproco De Todas Las Concentraciones Cósmicas», debía funcionar también en este sistema un cometa de los que llamamos ahora de «vasta órbita», que existe todavía y que lleva el nombre de «Kondoor».
Y precisamente este cometa, que acababa de concentrarse, realizaba su primer «paso pleno» por la zona.